ROSTROS
Es fascinante hallar un rostro que comunique por sí mismo sin necesidad de hablar. Y es una invitación a buscar más, porque contemplarlos nos lleva a reflexionar y cuestionar nuestra propia existencia.
Es fascinante hallar un rostro que comunique por sí mismo sin necesidad de hablar. Y es una invitación a buscar más, porque contemplarlos nos lleva a reflexionar y cuestionar nuestra propia existencia.